En diecinueve meses del régimen de Porfirio Lobo Sosa, la oligarquía y el imperio han profundizando las medidas neoliberales contra las y los desposeídos y las capas medias de nuestro país, todo ello, a través de la imposición de leyes y decisiones gubernamentales que crean más impuestos, hacen recortes presupuestarios, destruyen conquistas sociales, benefician a la avorazada oligarquía criolla y el poder transnacional y venden nuestros recursos estratégicos a empresas extranjeras. El pueblo hondureño desde un principio, conducido por el Frente Nacional de Resistencia, respondió a esta ofensiva con la lucha popular, desarrollando paros y movilizaciones a lo largo y ancho del país.
A partir de la firma, inconsulta y sin aprobación de las estructuras de conducción del Frente, del Acuerdo de Cartagena y tras la adopción de un discurso reconciliador con el régimen de Pepe Lobo, hemos observado con preocupación cómo se ha reducido la dinámica de movilización permanente que caracterizó al FNRP desde su primer año.
La denuncia y los llamados a la movilización contra el régimen han sido suplantados por la asistencia a los llamados al diálogo reconciliador de Porfirio Lobo Sosa.
Este cambio desmovilizador en el accionar del FNRP ha obligado a organizar medidas de presión sectoriales al no contar con una conducción que unifique las diferentes demandas del pueblo hondureño. Es así como hemos sido testigos de movilizaciones y acciones dispersas del magisterio, el movimiento campesino del Aguan, la lucha de los pobladores de Zacate Grande, de las comunidades rurales por la defensa de los bienes naturales, de las organizaciones garífunas, de las mujeres contra el femicidio, todos estos sectores han sufrido importantes golpes represivos sin respuesta organizada por parte de las líneas de conducción del FNRP, del cual apenas se recibe la tímida solidaridad en los discursos. En el último mes la amenaza se cierne sobre la educación pública en vista de la inminente aprobación de una Ley General de Educación que es rechazada por el estudiantado de secundaria mediante una heroica movilización social, sin embargo, en lugar de llamar a la movilización popular, se ha orientado a las y los estudiantes a sentarse con el régimen para recibir más de su demagogia y así desmovilizar a la juventud.
El proyecto original del frente Nacional de Resistencia Popular ha sido desviado por decisiones tomadas en sus estructuras de conducción, salvo honrosas excepciones que han continuado apegados a los principios y línea estratégica del Frente. La lucha por la Auto Convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente originaria y la movilización popular, ha sido olvidada por la decisión de sumarnos al circo electoral de la oligarquía de 2013. El objetivo de enfrentar al régimen mediante la movilización popular ha dado paso a la preparación para "castigar a la oligarquía en las urnas". El FNRP, cuya naturaleza originaria es ser un instrumento de lucha político social para la refundación de Honduras, ha cedido el paso a la conformación de un instrumento electoral llamado "Frente Amplio" (FARP) que ahora se ubica por sobre el FNRP, de manera que se prioriza esa nueva entidad partidaria a la formación político-ideológica y la organización de estructuras del FNRP.
Esta desviación de los principios originales y de la línea estratégica del Frente, también ha traído como consecuencia la intensificación de prácticas antidemocráticas y de intolerancia al disenso al interior del frente, así como la generación de conflictos internos por ganar el liderazgo de estructuras de conducción en el Frente. Tal parece que hemos adoptado la actitud sumisa de un subordinado incapaz de cuestionar la palabra de un dirigente, las decisiones se toman por "aclamación" y no por el consenso popular, la disidencia es ahogada en insultos y abucheos, las criticas son señaladas como sinónimo de traición; asimismo, el liderazgo histórico, que ha arriesgado su vida dirigiendo la Resistencia en los diferentes departamentos, ahora es desplazado por dirigentes provenientes del tradicionalismo político oligárquico sin que se busque solución por parte de la conducción del FNRP.
Ante esta actitud y práctica inmovilizadora, las organizaciones y personas del Espacio Refundacional quienes asumimos una lucha política basada en la ética revolucionaria y que desde su conformación proponemos avanzar en el proceso de construcción de poder popular, para la construcción de una sociedad solidaria, anticapitalista, anti patriarcal, con autonomía y respeto a los bienes naturales a través del desmontaje de las estructuras de colonización, dominación, explotación, así como la exclusión y el impulso de la lucha social y política, en contra cultura frente a una sociedad hegemónica que nos lleve a refundar el estado y la sociedad hondureña:
¡POR LA REFUNDACION DE HONDURAS, SEGUIMOS EN PIE DE LUCHA!
La Esperanza, Intibucá, 4 de Septiembre del 2011
ESPACIO REFUNDACIONAL-FNRP